La primera vez que la idea de ir a vivir a Australia se cruzó por mi cabeza fue por el año 2014. En ese tiempo recientemente me habían ofrecido un puesto de trabajo como Encargada de Comunicaciones en Everton, lo que implicaba volver a vivir en Viña del Mar y estaba pololeando así que decidí darle una oportunidad a mi carrera profesional y relación y pospondría la opción de Australia. Total, -pensé- tenía tiempo de sobra.
Pero lo que no tomé en consideración es lo rápido que pasa el tiempo. En el segundo trimestre de 2015 me cambié de trabajo, lo que significaba un salto significativo en lo profesional., así que deseché en ese momento la idea; pero un problema en el equipo de trabajo el 2016 me hizo reactivar todo nuevamente.
Decidida a renunciar a Canal 13, habiéndolo conversado con la almohada, pensé que debería empezar a buscar otros horizontes en la isla de los canguros y koalas. Pero… no renuncié. Y seguí ahí por dos años más, hasta cumplir los 30 años y sin haber podido postular a la Working Holiday visa -en ese momento, mi mejor opción de ir a Australia-.
Privilegiando mi carrera y trabajando turnos increíblemente ridículos junté en total más de 5 meses de vacaciones en el trabajo y decidí irme a viajar con mi hermana por el Sudeste Asiático y terminar en Australia para pasar el Año Nuevo y luego de eso regresar a Chile, al trabajo, que a esa altura -después de cuatro años- estaba odiando (esto aplica para una historia aparte).
Así que decidida a conocer Australia en modo turista, salí el 28 de noviembre del 2018 con pasajes a Madrid / Doha / Ha Noi para comenzar un recorrido por el Sudeste Asiático que duraría un mes, porque sí o sí estaríamos tres semanas en Australia.

Antes de viajar, un amigo de mi hermana le dijo que no lo incluyéramos en nuestro itinerario porque era increíblemente caro. Y sí, después de viajar por el Sudeste Asiático sin importar el país porque todos son baratos y lo comparas con Australia, efectivamente lo es, pero sin duda vale la pena.

Pero nos daba lo mismo. Era un imperdible en nuestro viaje así que sí o sí ibamos a Australia. Estuve acá por tres semanas en Sydney y Melbourne. Recorrí un montón pero dejé sin conocer MUCHOS lugares. Excusa perfecta para volver.

Pero… ¿Qué me hizo tomar la decisión de venir a estudiar? En mi viaje conocí chilenos con visa Working Holiday, estudiantes y sponsored y pensé que vivir en Australia era algo que tenía muchas ganas de hacer y no quería pasarme la vida entera pensando: «¿Y si lo hubiera hecho?»
Desde que volví de mis vacaciones, estaba decidida a irme del Canal porque habían eliminado el Área Deportiva que era donde trabajaba y me obligaron a pasar al Departamento de Prensa. Yo no quería trabajar ahí, así que esas tres semanas trabajando se volvieron un infierno y lo único que pensaba era irme. Pedí negociar mi salida, el Canal me desvinculó y esto fue un: «Se pensó y se hizo!».
De eso han pasado casi dos años en los que inicialmente me vine a estudiar inglés por seis meses donde cursé los niveles de Intermedio Avanzado y Avanzado. Decidí que el inglés tenía que ser puesto en práctica en un entorno profesional, así que ahora estoy estudiando un Diplomado en Marketing y Comunicaciones.